He leído que no debemos nunca preguntar el porque...
solamente el como,
quizás sea verdad, por supuesto no soy nadie para tener la ultima palabra, pero del alto de las muchas horas en que intento pensar, y pensar, no encuentro el porque...
y mira que siempre he sido gran defensora de la misión en la vida, construir...
hasta la naturaleza luchadora se cansa de vez en cuando,
y en el momento de visualización de la clase "vida profesional / vida personal: como encuentrar el balance", he pensado en la Milena con 45 años, tranquila y serena como almejaria tanto ser, en una bella casa blanca, con mucha vegetación y una bella vista al mar (siempre lejos, por supuesto...), en un día de sol,
no puedo evitar escribirlo: la ilusión me falta.